lunes, 28 de junio de 2010

"LAIAK" de Gabriel Narzabal en Irun




En nuestro recorrido por la escultura pública contemporánea de Irun, llegamos a la cuarta pieza. Nos detenemos, esta vez, en la obra “Laiak” situada en el Paseo Peatonal del Bidasoa, popularmente conocido como “Bidegorri de Oxinbiribil”. La obra data de 1984 y su autor es Gabriel Narzabal (Irun, 1952).

Según los datos recogidos en el Archivo Municipal de Irun, en 1984, el Consejo Municipal de Cultura decide aprobar una partida presupuestaria para la promoción artística y desarrollo de escultura en la calle. En enero, de dicho año, el Ayuntamiento de Irun organiza una exposición de escultura. A la misma, Gabriel Narzabal, presenta su boceto “Laiak” a la postre seleccionado para completar este proyecto de escultura urbana. Narzabal acudía con muy buenas referencias a la muestra, ya que, por dos veces, había obtenido el primer premio de escultura en el Certamen de Artistas Nóveles de Guipúzcoa.

En este momento, existe en el consistorio irunés, cierta sensibilidad cultural, en la que además de promover el arte local, se pretende su difusión pública, en clara réplica a otros conjuntos escultóricos públicos que tanto éxito habían tenido en otras localidades. Y es que en 1984, solo el Mural de José Luis Zumeta, la Estela de Oteiza en el Puente Internacional y la Fuente de Nestor Basterretxea, componían el bagaje escultórico contemporáneo de Irun.

Para la ejecución de “Laiak” se decide como material el acero Bellota Reco Cobre Niquel, sin esconder la alusión al “Peine de los Vientos” de San Sebastián. El tema de la composición es muy claro. Dos layas ancladas en la tierra. Un pequeño homenaje a este útil de labranza tan usado, en otra época, en el País Vasco, para labrar y dar la vuelta a la tierra. Un instrumento, sencillo, con el que Narzabal quiere recordar la tradicional fertilidad de una tierra en la que se instalará su conjunto escultórico.

Se encarga a la Fabrica de Aceros Finos y Herramientas Patricio Echeverria, S.A., de Legazpia, la forja de la escultura “Laiak”, según el boceto facilitado por el escultor. Tras varias deliberaciones, Narzabal convencerá al Consejo Municipal de Cultura para otorgar una mayor envergadura a las piezas, lo que supondrá un gasto adicional en el presupuesto de la obra. Según las anotaciones de la empresa de acero, “Laiak” tiene una altura de 4’5metros y una anchura de 2’50metros y un preso aproximado de 8’7 toneladas. Finalmente, la obra fue instalada el 15 de noviembre de 1984.

Gabriel Narzabal sugiere una sencilla composición realista de las dos layas, pero en versión gigante. Una corriente muy utilizada, en escultura, por algunos artistas vascos. En su evolución escultórica había estudiado el tratamiento y juego de volúmenes que, otros artistas más cercanos, como Remigio Mendiburu o Néstor Basterretxea, habían desarrollado en materiales tradicionales como el hierro y la madera.

Este conjunto de arte público, se encuentra en perfecto estado de conservación y en pleno proceso oxidante, atendiendo a la elección de su material de factura, de excelente resistencia a la corrosividad. Sin embargo, también pasa desapercibido para cualquier interesado, ya que carece de señalética explicativa alguna e inexistente iluminación nocturna. Simplemente, le flanquea un reciente poste informativo, el número 27, que detalla los diferentes itinerarios por la Bahia del Txingudi.


Fernando García Nieto


(*) Publicado en la revista Bidasoatik nº 7

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